Josefa Romero de Nougués - Tucuman 9-XI-1815 / 5-I-1866

La muerte prematura de Jean Nougués sorprende a Doña Josefa Romero con cuatro hijos, el mayor de 11 años y la menor de apenas 11 meses de edad. A los deberes y obligaciones propios de una madre se le suma ahora la responsabilidad de atender y conducir la explotacion de San Pablo. Debio superar, ademas de las dificultades propias del negocio, las limitaciones impuestas por su propia personalidad. Asi lo comenta ella misma en una carta a su cunado Mañan: "ese buen Dios de los desgraciados me dio valor y fuerzas sobre naturales para sobrellevar una tal desgracia a pesar de mi caracter timido y de mimada como Ud. me conocia. Oh! cuanto he sufrido mi querido Mañan desde ese fatal dia. Yo cai enferma y durante seis meses despues, no tenia un momento de salud hasta que una buena asistencia del mejor facultativo me conservo o volvio la vida, figurese Ud. un momento, en ese estado con mis cuatro hijos tan chicos, con trabajos tan serios en esta casa de buen credito antes y que yo debia sostenerlo como tambien la hacienda de San Pablo y su dificil trabajo de azucar que Ud. conoce..."

Capilla del Ingenio San Pablo
Los Nougues son devotos de la Virgen del Carmen
Fue coronada patrona del Ingenio y cada 16 de Julio
se celebraba en su honor.

A pesar de todo esto Doña Josefa no descuido la educacion e instruccion de sus hijos, llegado el momento cuando cumple 15 anos Juan Luis, el mayor de sus hijos, lo envia al colegio de Buenos Aires. Poco tiempo despues envia al segundo , Miguel Macedonio a estudiar al Colegio Nacional del Uruguay (en Concepcion del Uruguay, colegio establecido por Urquiza). Alli Miguel entabla profunda y fraterna amistad con un comprovinciano que seria una figura relevante durante mucho tiempo en la politica argentina: Julio Argentino Roca.

Ademas de ocuparse de los asuntos internos en lo referente a la explotacion de San Pablo se debian recuperar los creditos y fiados otorgados oportunamente por Nougues a diversos clientes, la dificultad que ello represento puede leerse en una carta a Mañan: "Tengo a la vista sus dos estimables notas fecha 30 de Agosto y 16 de Septiembre a la que acompana la cantidad de doscientos treinta pesos valor del principal del fiado a Justo Villafane a plazo de pocos meses por mi finado Nougues: cuyo documento fue endozado a favor de Ud. en el ano 1851 poco despues de mi desgracia. Por sus citadas veo que solo la actividad e influencias de Ud. en sus relaciones pudo obtener el cobro del referido principal del fiado vencido sus plazos hace seis anos ya. Yo doy a Ud. las gracias, mi querido hermano a nombre mio y de mis hijos por este servicio y suplico a Ud. que vea de reclamar por los intereses desde su vencimiento del plazo pues como de costumbre aunque el documento no rece de redito mas Ud. sabe mejor que yo que todo fiado de intereses de comercio paga el interes o reditos por que su demora usa la necesidad de abrir emprestitos para suplirlos...."

Simultaneamente, mientras sufria esos atrasos en cobrar los creditos otorgados, debia soportar tambien las consecuencias de la guerra civil, asi lo relata ella en esa misma carta: " Despues de todos estos atrazos vino el peor de todos: la guerra de Gutierrez del año 53 que destruyo toda mi hacienda y habiendo acampado en el Manantial carneaban a discrecion, peor fue Oribe y habiendo acampado desde Casa de Zabaleta toda la costa del Manantial, toco a mi casa la peor gente los santiagueños de Ibarra, y en 44 dias que acampo el ejercito solo encendian fuegos con el Cebil de nuestra fabrica, todo esto despues de destruir la Casa del alto y saquear suelas. En fin eran santiagueños, 44 dias y esta dicho todo y un ejercito sin ley ni Rey! Carneaban por solo los cueros durante un mes. Hoy gracias a Dios como me fue posible despues de tal tempestades de desgracias pude trabajar para sostenernos nuestra larga familia. Consegui volver a hacer trabajo y conservo esta casa su buen credito y orden en todo sentido: abri creditos y emprestitos que tuvieron buen resultado en el trabajo, fueron abonados a su tiempo, reedifique de ladrillo las casas de San Pablo que eran antes de tapia, se planto la caña que estaba dispuesta antes y me conservo hasta hoy habiendo hecha voltear la casa de alto del Manantial por que fue destruida y sera reedificada hoy."

Para sobre llevar esos tiempos dificiles Doña Josefa Romero escribiria a sus cunadas de Francia solicitandoles que envien alguna persona de la familia para ayudarla en las tareas de San Pablo, años despues llega Leon Rouges y Nougues, sobrino de su finado marido. Con poco mas de treinta anos cuando llega Leon Rouges y Nougues prontamente congenia con sus primos Nougues y establece un vinculo fraterno con ellos, particularmente con Juan Luis. Oriundo de la misma tierra que Nougues, muestra similar formacion y vocacion de trabajo que su tio difunto. Años mas tarde llegara Bernard Medan su sobrino. Este tambien se integra a San Pablo y colabora en las tareas cotidianas. Hasta la muerte de Doña Josefa Romero, Leon, se convierte en su brazo derecho y a la muerte de ella continua colaborando con sus primos. Tiempo despues abandona San Pablo y junto a sus sobrinos, Bernard Medan y Charles Rougues constituyen la sociedad "Leon Rougues y Cia" , que luego se llamara Rouges y Rouges y fundan el ingenio Santa Rosa. De este modo fue como llega el primer Rouges a la Argentina, traido por Josefa Romero, madre de sus primos Nougues, quien,al igual que ellos, constituira una grande y reconocida familia de Tucuman.

Solo una mujer especial o superior pudo salvar todas las dificultades antes detalladas, esta mujer  al frente de las "estancias" supo convertirlas en una verdadera empresa logrando ampliar las fincas, completar los desmontes, cuidar los cultivos de trigo, maiz, arroz y caña, buscar la forma de acelerar el proceso de industrializacion de esta y hace valer firmemente sus derechos. Luego de los desmanes hechos por Gutierrez y Oribe se presenta en expediente administrativo al gobierno reclamando los daños sufridos en las luchas civiles, estimados en 74.922 pesos y 2 reales por la destruccion de cañaverales, trigales, barriles de miel y aguardiente, robos de suelas, baquetas, becerros de calzado, tiendas de anta, aperos hechos, perdida de hacienda vacuna , caballos, mulas, ovejas, fanegas de arroz y muebles, anteojos, roscas de alambique convertidas en bala, etc, etc..

El resultado de su sentido de orden y prolija administracion se refleja cuando se inician las sucesiones de Jean Nougues y Josefa Romero de Nougues donde aparecen nuevas propiedades adquiridas por Doña Josefa luego de la muerte de Nougues:

1-Una suerte de tierras en la parte oriental del Manantial, denominadas "Seibal" con 18 cuadras de frente por 25 de fondo con acequia propia.

2-Una suerte de tierras denominadas "El Carmen" con 2,5 cuadras de frente por 3,5 leguas de fondo.

3-Una suerte de tierras denominadas "San Antonio" de media cuadra de sur a norte y 2 leguas de naciente a poniente.

4-Un terreno denominado "Cebil Redondo" de 7,5 cuadras cuadradas

Muere en Tucuman a los 51 anos de edad dejando un recuerdo perdurable tanto en la sociedad tucumana como en sus numerosisimos descendientes.